Polaris

Estaba vagando en mi blog y me acabo de dar cuenta de que nunca les había hablado de Polaris, mis queridos dos lectores. Así que creo que es justo y necesario que les platique sobre uno de mis hijos. (Mis historias son mis hijos :P)
Esta es la historia de una niña sangrona y pesada, Andrea, a quien se le rompen todos sus sueños e ilusiones el día de su fiesta de quince años. Ese día también conoce a Emy, un hada, que le comunica que eso es algo de lo que no debe preocuparse porque ella no es humana sino una estrella. Que linda manera de enterarte que eres adoptada, ¿no? Andrea es una chica curiosa y competitiva. Cosa que Emy aprende de inmediato y explota para su beneficio al entrenar a la joven estrella. Por otro lado tenemos a Mía, que es compañera de Andrea, pero su total opuesto. Ella también recibe la visita de un hada, que no tiene alas. Y todos sabemos que las hadas tienen alas, entonces ¿qué esta pasando?
Siempre me preguntan que de donde salió todo esto, y que como le voy haciendo para inventarme cosas. Lo principal que deben saber es que, esto lo escribí porque se me ocurrió que me gustaría leer una aventura de una chica. “Todas las aventuras les pasan a los hombres”, pensaba cuando inicie este viaje con Andrea. Y entonces, esta aventura le pasa a una chica, que tiene que cambiar y crecer.  Por otro lado, en mis años adolescentes me fascinaba pensar en como se cruzan los caminos en la vida, y me pareció fascinante escribir sobre como una chica se hace buena y otra se hace mala. No, no se pongan furiosos, jajaja, no les he comentado nada del final de la obra. Es algo que me gustaba para el final, pero ya no más. Estas ideas flotaban en mi mente mientras trataba de poner atención en mis clases y otras actividades.
Un buen día en un taller de cómics nos dieron una tarea: Escribir una historia sobre algo que no era ese algo. Sip, yo también me quede con cara de: “¿De que están hablando?”. Pero el profesor elaboro: como un transformer que es un carro, pero no es un carro. Después de esa clase salimos de vacaciones, al pueblo de mi mamá. Y yo con esa tarea pendiente. Soy de una familia gigante, y estaba en esos años en los que mis primos grandes estaban platicando de chicos y chicas y ropa y música y mis primos pequeños correteaban y jugaban a las traes. Y yo, a la mitad de todo, no quería jugar pero tampoco quería ir al antro aunque pintada y arreglada me viera mayor… Entonces me salía con mi libreta al patio de la casa de mi abuela y dibujaba a los caballos, o veía crecer el pasto (uff divertidísimo, pero era eso o ayudar con el agua de tamarindo :P). El caso es que un día se me hizo tarde y oscureció. Salieron las estrellas, y se veían una inmensidad, no tres o cuatro, miles. Miles de agujeros en el cielo, unos más grandes que otros. Yo tenía dibujadas ese día a dos niñas de 5 y 7 años en mi libreta (Mía y Andrea) y me pregunté: ¿qué pasaría si estas niñas fueran estrellas? ¿Qué harían? Y claro que la respuesta fue cumplir deseos. Por aquello de “Estrellita, estrellita, la primera que yo veo, cumple mi deseo…”

Y de ahí empecé, a investigar detalles sobre las estrellas, nombres, constelaciones… Polaris tiene un detalle muy importante con respecto a la Tierra: Siempre esta en el mismo lugar, siempre. Vigilante y guíando marineros desde antaño. Eso me gusto. Era de esperarse que todo esto fuera un cómic. Pero nunca me daba tiempo de dibujar y mi cabeza siempre estaba 30 capítulos mas adelante que mis dibujos y cuando lo contaba me pedían que les enseñara los dibujos y nunca estaban listos. Entonces me dije: sería buena idea escribirlo todo. Y bueno… todavía no termino. 😛
Mis dos lectores ya tienen su copia de la primera parte y otra pregunta por ahí es: ¿qué va a pasar en el siguiente?. Pues bien, falta lo mero bueno del entrenamiento: las prácticas profesionales 😛 Esperen aventuras en diferentes planetas y cosas chistosas y lagrimas, y shipping, y momentos awww. Bueno, espero. Porque yo he sentido todo eso. Me falta 1/4 del segundo libro. Y ya hay gente pidiendo el tercero. No se que voy a hacer con ustedes. Pero bueno, ya veremos si hay mas tela de donde cortar para una tercera entrega.
Gracias por leerme, de verdad. 
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